La brecha cambiaria y el impacto del desdoblamiento del dólar en la Argentina tienen su impacto en las economías regionales quitando rentabilidad a los productos de exportación que se producen en las diferentes provincias del país.
A esto se suma la falta de la cuenta única tributaria para aplicar los créditos fiscales que se deterioran con la inflación y que se cobran a 18 meses, la falta de reintegros a la exportación del 12 % para el recupero de impuestos internos, la disminución del IVA en las facturas de energía eléctrica que es del 30 %, la falta de una legislación laboral acorde a la actividad y a la compatibilidad con todos los planes sociales vigentes.
Arándanos, citrus dulces, cerezas, pecan, nueces, son algunos de los productos que son centrales para la vida económica de las provincias en donde se producen, como Entre Ríos, Corrientes, Tucumán, y algunas del sur del país.
Por eso, desde la Asociación de Productores de Arándanos de la Mesopotamia Argentina (APAMA) proponemos al gobierno nacional que aplique también un dólar economías regionales para reducir la brecha entre lo que se percibe y el precio real. Es de desatacar que en el último año con una inflación del 70 % el tipo de cambio solo subió un 35 %, circunstancia que se repite hace ya varios años, fundiendo literalmente a los exportadores que con tanto sacrificio desarrollaron mercados por el mundo durante años.
“No podemos convivir con un dólar que vale alrededor de 280 en la calle, y a nosotros nos lleguen 135. El resto se lo queda el Banco Central a dos cuadras de la Plaza de Mayo” graficó Alejandro Pannunzio –presidente de la Asociación de Productores de Arándanos de la Mesopotamia Argentina - sobre el problema de competitividad.
“Esto genera que el productor cobre menos de la mitad de lo que genera fruto de su trabajo y por eso se van desapareciendo productores y entonces hay cada vez menos puestos de trabajo y más gente requiriendo asistencia del estado, cuando existe todo el potencial para crear miles y miles de puestos de trabajo” continuó.
Ante esa realidad, los productores de arándanos propones al gobierno nacional un “dólar economías regionales” que contemple también la particularidad de esos sectores, que permitan que cada región perciba todo el resultado de su trabajo, hasta que se puedan unificar los tipos de cambio, evitando atrasos cambiaros que nunca ayudan a la producción local.
Sobre el impacto que podría tener un dólar diferencial de acceso para la producción, Pannunzio advirtió que cuando se consigue mejorar los ingresos de los productores “lo primero que se hace es ampliar plantaciones, actualizar tecnologías y generar más y mejores puestos de trabajo” aseguró.